Dios, Padre del Cordero, ten piedad de nosotros.
Dios Hijo, Cordero inmolado, ten piedad de nosotros.
Dios Espíritu Santo, Vida del Cordero, ten piedad de nosotros.
Oh buen Jesús, Pastor de los justos, escúchanos.
Buscador vigilante de ovejas perdidas, guíanos.
Ferviente esperanza del cordero caído, guíanos.
Recolector constante de un rebaño quebrantado, guíanos.
Oh buen Pastor, escucha a Tus ovejas.
Purísimo Refugio del corazón anhelante, aliméntanos.
Fiesta perpetua del alma hambrienta, aliméntanos.
Pan eterno de vida eterna, aliméntanos.
Oh buen Pastor, escucha a Tus ovejas.
Letanías de San Martín de Porres Paciente domador de voluntades rebeldes, trasquiladnos.
Leal Maestro de todos los mandatos bondadosos, escúltanos.
Tierno Purgador de toda mancha de pecado, trasládanos .
Oh buen Pastor, escucha a Tus ovejas.
De las trampas de los falsos pastores, escondiéndose en Tu apariencia, protégenos.
De los espejismos de campos más ricos, distrayendo nuestras mentes, protégenos.
De las enfermedades del alma, que nos separan de Tu rebaño, protégenos.
Dejanos rezar.
Oh Jesús, a la vez Cordero de Dios y Buen Pastor de todos los creyentes, que conoces bien a las ovejas que conduce: dígnate guiarnos, apacentarnos, trasquilarnos y llamarnos a Ti, para que nos deleitemos en tu pasto celestial, y te alabamos por los siglos de los siglos. Amén.
Letanías a Santa Teresa de Ávila
