▷ Letanía por las Ánimas del Purgatorio ✝ Catolicalia

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Oh Jesús, Tú sufriste y moriste para que toda la humanidad pudiera ser salvada y llevada a la felicidad eterna. Escucha nuestras súplicas por más misericordia para las almas.

Letanías a las almas del purgatorio

Para mis queridos padres y abuelos, ¡Jesús, ten piedad!
Mis hermanos y hermanas y otros parientes cercanos, ¡Jesús, ten piedad!
Mis padrinos y padrinos de confirmación, ¡Jesús, ten piedad!
Mis benefactores espirituales y temporales, ¡Jesús, ten piedad!
Mis amigos y vecinos, ¡Jesús, ten piedad!
Todos aquellos por quienes el amor o el deber me llaman a orar, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que han sufrido desventajas o daños a través de mí, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que son especialmente amados por ti, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos cuya liberación está cerca, ¡Jesús, ten piedad!
Los que más desean estar unidos contigo, ¡Jesús, ten piedad!
Los que soportan los mayores sufrimientos, ¡Jesús, ten piedad!
Los que menos se recuerdan, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos cuya liberación es más remota, ¡Jesús, ten piedad!
Los que más lo merecen por sus servicios a la Iglesia, ¡Jesús, ten piedad!
Los ricos, que ahora son los más pobres, ¡Jesús, ten piedad!
Los poderosos, que ahora son impotentes, ¡Jesús, ten piedad!
Los que alguna vez fueron espiritualmente ciegos, que ahora ven su locura, ¡Jesús, ten piedad!
Los frívolos, que pasaban su tiempo en la ociosidad, ¡Jesús, ten piedad!
Los pobres que no buscaron los tesoros del cielo, ¡Jesús, ten piedad!
Los tibios, que dedicaban poco tiempo a la oración, ¡Jesús, ten piedad!
Los perezosos, que descuidaron hacer buenas obras, ¡Jesús, ten piedad!
Los de poca fe, que descuidaron la recepción frecuente de los sacramentos, ¡Jesús, ten piedad!
Los pecadores habituales, que deben su salvación a un milagro de gracia, ¡Jesús, ten piedad!
Padres que no velaron por sus hijos, ¡Jesús, ten piedad!
Superiores que no se preocuparon por la salvación de los que les habían sido confiados, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que se esforzaron por las riquezas y los placeres mundanos, ¡Jesús, ten piedad!
Los de mente mundana, que no usaron sus riquezas y talentos en el servicio de Dios, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que presenciaron la muerte de otros, pero no pensaron en la suya propia, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que no proveyeron para la vida del más allá, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos cuya sentencia es severa a causa de las grandes cosas que les han sido confiadas, ¡Jesús, ten piedad!
Los papas, reyes y gobernantes, ¡Jesús, ten piedad!
Los obispos y sus consejeros, ¡Jesús, ten piedad!
Mis maestros y consejeros espirituales, ¡Jesús, ten piedad!
Los sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica, ¡Jesús, ten piedad!
Los defensores de la santa fe, ¡Jesús, ten piedad!
Los que murieron en el campo de batalla, ¡Jesús, ten piedad!
Los que lucharon por su patria, ¡Jesús, ten piedad!
Los que fueron sepultados en el mar, ¡Jesús, ten piedad!
Los que murieron de derrames cerebrales, ¡Jesús, ten piedad!
Los que murieron de infartos, ¡Jesús, ten piedad!
Los que sufrieron y murieron de cáncer o SIDA, ¡Jesús, ten piedad!
Los que murieron repentinamente en accidentes, ¡Jesús, ten piedad!
Aquellos que murieron sin los últimos ritos de la Iglesia, ¡Jesús, ten piedad!
Los que fallezcan dentro de las próximas 24 horas, ¡Jesús, ten piedad!
Mi propia pobre alma cuando tenga que comparecer ante tu tribunal. ¡Jesús, ten piedad!

Oraciones finales

Concédeles el descanso eterno, oh Señor.
Que brille para ellos la luz perpetua por los siglos de los siglos.
con tus santos en el cielo porque eres tan misericordioso.

LÍDER: El senor este contigo.
Letanías de San Carlos Borromeo
RESPUESTA: Y con tu espíritu.

Que la oración de tu pueblo suplicante, te suplicamos, oh Señor,
beneficia las almas de tus siervos y siervas difuntos.
Líbralos de todos sus pecados y hazlos partícipes de tu redención.

Amén.