Oración de San Agustínquien fue obispo de la Iglesia y uno de sus más ilustres doctores, considerado por muchos como el mayor teólogo de la historia cristiana.
Filósofo, teólogo y misionero, Agustín fue un verdadero genio que superó eras y aún hoy sus obras son leídas y estudiadas en todo el mundo.
Su principal objetivo era unir la fe y la razón, y aún hoy este tema sigue siendo muy debatido, pero es casi imposible entrar en este tema sin recordar al Santo de Hipona.
Las obras más importantes y conocidas de San Agustín son: Confesiones, Sobre la doctrina cristiana, Ciudad de Dios y Sobre la Trinidad.
Una frase suya que se hizo famosa y que resume su obra fue: Hay que entender para creer y creer para entender.
San Agustín de Hipona vivió entre los siglos IV y V, del 354 al 430, en una provincia romana del norte de África, donde actualmente se encuentra Argelia.
ORACIÓN DE LIBERACIÓNSu madre era cristiana, y también era santa, Santa Mónica, pero el padre de San Agustín era pagano.
♥ Una oración a la santa madre de Dios, rezar el Ave María.
San Agustín
La Oración de San Agustín
No hay una sola oración de San Agustín, pero entre las que van a leer ahora, creo que esta primera es la más hermosa.
La oración fue publicada originalmente en su libro Confesiones, y además de ser un verdadero testimonio, también es un poema.
Esta oración de San Agustín fue escrita por intercesión de su madre, Santa Mónica, quien le hizo darse cuenta de que estaba perdiendo el tiempo de su vida con los pecados de la carne, en lugar de dedicarse al espíritu.
NUESTRA SEÑORA DEL PERPETUO SOCORRODespués de eso, cambió su vida por completo, y el resultado fue esta oración que verás ahora.
Leer, releer y luego volver a leer. Escuche el video de la Oración de San Agustín (abajo) y lea junto con el narrador. Deja que esta hermosa oración entre en tu alma.
♥ Ver la Oración de San Expedito.
Tarde te he amado, oh Belleza tan antigua y tan nueva. ¡Tarde te amé!
Treinta años estuve lejos de Dios, pero durante ese tiempo, algo se movió dentro de mi corazón.
Yo era inquieto, alguien que buscaba la felicidad, buscando algo que no encontraba.
VIRGEN DEL CAMINOPero te apiadaste de mí y todo cambió, porque me hiciste conocerte.
Entré en mi corazón bajo Tu Guía y lo logré, porque Tú mismo te hiciste mi ayuda.
Tú estabas dentro de mí y yo afuera.
“Los hombres salen a pasear para admirar las cimas de las montañas, el ruido incesante de los mares, el curso hermoso e ininterrumpido de los ríos, el movimiento majestuoso de las estrellas. Y sin embargo, pasan por sí mismos. No se arriesgan a la aventura de un paseo interior”.
Durante los años de mi juventud, puse mi corazón en cosas externas que solo me alejaban más y más de Aquel a quien mi corazón, sin saberlo, deseaba.
¡Mira, tú estabas dentro y yo estaba fuera!
SALMO 46Me alejaron de Ti las cosas que no existirían si no fuera en Ti.
Tú estabas conmigo y no yo contigo.
Pero Tú me llamaste, clamaste por mí y Tu clamor quebró mi sordera.
“Me hiciste volver en mí mismo. Para no mirar dentro de mí, me había escondido. Pero tú me sacaste de mi escondite y me trajiste ante mí mismo, para que viera cuán indigno era, cuán deforme, manchado y sucio era”.
En medio de la lucha, me volví hacia mi gran amigo Alípio y le dije:
«Los ignorantes nos arrebatan el cielo, y nosotros, con todo nuestro conocimiento, luchamos en nuestra carne».
Así me encontré, llorando desconsoladamente, mientras me preguntaba cuándo dejaría de decir “Mañana, mañana”.
Fue entonces cuando escuché una voz que venía de la casa vecina.
Una voz que decía: “Toma y lee. Cógelo».
Brillaste, brillaste sobre mí y ahuyentaste mi ceguera.
Así que corrí a la Biblia, la abrí y leí el primer capítulo en el que se posaron mis ojos.
Pertenecía a la carta de San Pablo a los Romanos y decía: “No en orgías y borracheras, no en libertinaje y libertinaje, no en contiendas y celos. Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo” (Romanos 13:13).
Esas Palabras resonaron dentro de mí.
Parecían escritos por alguien que me conocía, que sabía de mi vida.
Tú exhalaste Tu Perfume y yo respiré.
¡Ahora suspiro por Ti, te anhelo! Dios de quien separarse es morir, acercarse es resucitar, con quien habitar es vivir.
Dios de quien huir es caer, a quien volver es levantarse, en quien apoyarse es estar a salvo. Dios a quien olvidar es perecer, a quien buscar es renacer, a quien conocer es poseer.
Así fue como descubrí a Dios y me di cuenta de que, en el fondo, era Él, sin saberlo, a quien mi corazón buscaba con ardor.
Te he probado, y ahora tengo hambre y sed de Ti.
Me tocaste, y ahora ardo por Tu Paz.
Dios comienza a morar en ti cuando comienzas a amarlo.
¡Vi dentro de mí la Luz Inmutable, Fuerte y Brillante!
Quien conoce la Verdad conoce esta Luz.
¡Oh eterna verdad! ¡Verdadera Caridad! ¡Eres mi Dios!
Suspiro por Ti día y noche desde que te conocí.
Y luego me mostraste quién eras.
¡Y me irradiaste tu fuerza al darme tu amor!
¡Y ahora, Señor, sólo te amo a Ti! ¡Solo te sigo a ti! ¡Solo te busco a ti! ¡Solo ardo por ti!
¡Te amé tarde! ¡Tarde te amé, oh Belleza tan antigua y tan nueva!
¡Demasiado tarde te amé! He aquí tú estabas por dentro, y yo por fuera y por fuera te buscaba, y me arrojé deforme y no hermoso, ante la hermosura de todo y de todos que tú creaste.
Tú estabas conmigo y yo no estaba contigo.
Me alejaron de Ti las cosas que no existirían si no fuera en Ti.
Llamaste, clamaste por mí y rompiste mi sordera.
Brillaste, brillaste, y Tu Luz ahuyentó mi ceguera.
Exhalaste Tu Perfume y, respirándolo, suspiré por Ti, te deseé. Te he probado, te he probado, y ahora tengo hambre y sed de Ti.
¡Me tocaste y ahora ardo en deseos de Tu Paz!
Fin de la Oración de San Agustín – Tarde te amé.
♥ Ver la Oración de San Jorge.
La Oración de San Agustín que leíste arriba está en el libro Confesiones de San Agustín.
Asegúrese de escuchar este hermoso poema de oración de San Agustín en el video a continuación.
Escucha y lee la oración de San Agustín junto al narrador del video.
♥ Oración poderosa de San Miguel Arcángel.
Otra oración de San Agustín
La oración de San Agustín que estás a punto de leer es un verdadero grito de ayuda a Dios.
¡Oh Dios mío!
Sé propicio conmigo, por indigno que sea de tus favores, y que mi palabra llegue siempre a ti para que conozcas mi espíritu.
Dios de Abraham, Dios de Isaac, Dios de Jacob, ten piedad de mí y envía en mi ayuda a tu San Miguel Arcángel para que me defienda del mal y vea mi admiración por ti.
Bienaventurados San Gabriel, San Rafael y todos los santos de la corte celestial, ayúdenme y concédanme la gracia de que mis enemigos, que también han de ser enemigos de Dios, no puedan hacerme sufrir sus males, porque despierto pienso de Dios, y cuando duermo, sueño con su grandeza y maravillas.
Salvador del mundo, no me desampares, ya que me has librado de otro mal mayor, que es morir en el infierno y completar tu obra y concederme tu gracia.
¡Te suplico humildemente, oh Dios mío!
Ayúdame, Agios, Otheos, Ischiros, Athanatos, Eleison, Himas, Dios Santo, Dios Fuerte, Dios Inmortal, ten piedad de mí.
¡Adorable cruz de Jesucristo, sálvame!
¡Cruz de Cristo, sálvame!
¡Esencia de Cristo, sálvame!
Amén.
Fin de la segunda oración de San Agustín.
♥ No te vayas a dormir sin rezar la Oración de la Noche.
San Agustín
Oración de San Agustín ante la muerte
Una oración de San Agustín para los momentos de desesperación y duda ante la muerte.
Este es otro poema de oración de San Agustín, lleno de belleza y sabiduría.
La muerte no es nada.
Acabo de pasar al otro lado del camino.
Yo soy yo, tu eres tu.
Lo que fui para ti, lo seguiré siendo.
Dame el nombre que siempre me diste, háblame como siempre lo hiciste.
Ustedes sigan viviendo en el mundo de las criaturas, yo estoy viviendo en el mundo del Creador.
No uses un tono solemne o triste, sigue riéndote de lo que nos hizo reír juntos.
Reza, sonríe, piensa en mi. Reza por mí.
Que mi nombre se pronuncie como siempre, sin énfasis de ningún tipo.
Sin rastro de sombra o tristeza.
La vida significa todo lo que alguna vez significó, el hilo no se ha cortado.
¿Por qué estaría fuera de tus pensamientos, ahora que estoy fuera de tu vista?
No estoy muy lejos, estoy al otro lado del camino.
Amén.
Fin de la Oración de San Agustín ante la Muerte.
♥ ¿Conoces la historia de la Virgen del Camino?
Consideraciones finales
La impresión de que los cristianos son personas cegadas por la fe e ignorantes de la razón es falsa. En nuestra historia, en la historia del cristianismo, siempre hemos buscado la fe a través de la razón, y algunos de los filósofos y científicos más importantes de todos los tiempos fueron cristianos.
No existe tal distinción entre la fe y la ciencia que ellos quieren que creamos hoy.
Guardando las debidas proporciones, todos somos hombres de nuestro tiempo, pero los cristianos siempre hemos buscado perfeccionarnos a través de la verdad.
En este sentido, San Agustín, con sus obras filosóficas, inauguró una nueva era, donde la verdad guiaría a la fe, y ambas irían juntas, de la mano.
La fe sin razón es ciega, y la razón sin fe es coja.
Lo siento, pero no recuerdo el nombre del autor de la oración anterior. Pero ayuda a comprender un poco la relación del cristiano con la ciencia.
♥ Oración a la patrona de Brasil, Nossa Senhora Aparecida.
Cita de las Confesiones de San Agustín
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La oración de San Agustín es hermosa. Son testimonios, poemas, fe, sabiduría y ejemplos. Todo condensado en pocas palabras, como sólo un hombre iluminado por Dios podría hacerlo.
Comparte la Oración de San Agustín y deja un comentario diciendo lo que piensas de este gran sabio y verdadero hombre de Dios.
♥ Oración a Nuestra Señora del Perpetuo Socorro.
♥ El Señor de los ejércitos está con nosotros. Véase el Salmo 46.
♥ Rezar con fe la Oración de San Benito.
♥ Confía en el Señor y haz el bien… Salmo 37.
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