A novena de las manos ensangrentadas de Jesús es un poco diferente de las novenas convencionales porque cada día de la novena tiene un tema diferente. Esta novena es muy poderosa, ya que tiene un mensaje muy fuerte basado en pasajes de la biblia.

Esta es una de las novenas más impactantes que conozco. Recuerde que cuando diga la oración de cada día de la novena, esté en un lugar tranquilo que pueda traerle paz, y sea muy ferviente al decir cada palabra de la oración.

Para realizar esta novena, cada tema tiene una súplica y una aspiración diferente, pero siempre se debe repetir la misma oración, acompañada de un Padre Nuestro y un Gloria al Padre.

♥ Ver la novena Maria Passa na Frente.

ORACIÓN DE LAS MANOS SANGRIENTAS DE JESÚS

Jesús, pon tus manos benditas, ensangrentadas, heridas y abiertas, sobre mí en este momento.

ORACIÓN DE PERDÓN

Me siento completamente impotente para seguir cargando mis cruces.

Necesito la fuerza y ​​el poder de tus manos, que soportaron el más profundo dolor al ser clavadas en la cruz, para levantarme y sanarme ahora.

Jesús, te lo pido no sólo por mí, sino también por todos los que más amo.

Necesitamos desesperadamente sanación física y espiritual a través del toque reconfortante de tus manos ensangrentadas e infinitamente poderosas.

Reconozco, a pesar de todas mis limitaciones y la infinidad de mis pecados, que eres Dios, Omnipotente y Misericordioso para actuar y realizar lo imposible.

Con fe y plena confianza puedo decir: Manos ensangrentadas de Jesús, Manos heridas en la Cruz, venid y tocadme.

ORACIÓN DE SANACIÓN

¡Ven, Señor Jesús!

♥ Salve Reina.

NOVENA DE LAS MANOS SANGRIENTAS DE JESÚS

1er Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – A Fé

El primer día de la novena a las manos ensangrentadas de Jesús tiene su origen en el siguiente pasaje de Mateo:

¡Cálmate, no tengas miedo, soy Yo! Y dijo a Pedro: Ven. Pedro salió de la barca y caminó sobre el agua para encontrarse con Jesús.

Pero, redoblando la violencia del viento, tuvo miedo y empezó a hundirse. Gritó: Señor, sálvame.

ORACIÓN DE PROSPERIDAD

En ese mismo momento, Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste? El viento cesó.

Entonces los que estaban en la barca se postraron ante él y dijeron: Verdaderamente eres Hijo de Dios.

Para el primer día de la novena, haz la súplica:

Jesús, fuertes olas de desesperación me han atravesado. Aumenta mi fe, porque tengo miedo de hundirme en este mar de angustia y dolor.

Como hiciste con Pedro, te ruego que me extiendas tu mano poderosa y, con la autoridad del Hijo de Dios, ordenes que el mal se aparte de mí ahora y para siempre.

Amén.

NUESTRA SEÑORA DEL DESTERRO

Repite con mucho fervor muchas veces:

Jesús, por el poder de Tu Sangre Redentora, te suplico que aumentes mi fe.

Luego diga la oración de sanación de la novena que debe repetirse todos los días:

Sáname Señor Jesús.

Jesús, pon tus manos benditas, ensangrentadas, heridas y abiertas sobre mí ahora mismo.

Me siento completamente impotente para seguir cargando mis cruces.

Necesito la fuerza y ​​el poder de tus manos, que soportaron el dolor más profundo cuando fueron clavadas en la cruz, para levantarme y sanarme ahora.

Jesús, te lo pido no sólo por mí, sino también por todos los que más amo.

Necesitamos desesperadamente sanación física y espiritual a través del toque reconfortante de tus manos ensangrentadas e infinitamente poderosas.

Reconozco, a pesar de todas mis limitaciones y la infinidad de mis pecados, que eres Dios, Omnipotente y Misericordioso para actuar y realizar lo imposible.

Con fe y plena confianza puedo decir: Manos ensangrentadas de Jesús, Manos heridas en la Cruz, venid y tocadme. ¡Ven, Señor Jesús!

Termina el primer día de oración rezando un Padre Nuestro y un Gloria al Padre, para agradecer las gracias y los milagros que se realizarán por medio de las manos ensangrentadas de Jesús para esta novena.

♥ Inmaculada Concepción.

2º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – Humildad

El segundo día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús tiene como referencia el siguiente pasaje de Job:

Sabiendo Jesús que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que había venido de Dios y a Dios iba, se levantó de la cena, se quitó la ropa y, tomando una toalla, se la ciñó.

Luego echó agua en una palangana y se puso a lavar los pies de sus discípulos ya secarlos: ¿Sabéis lo que os he hecho?

Si yo, vuestro Señor y Maestro, os he lavado los pies, vosotros también debéis lavaros los pies unos a otros. Os di un ejemplo para que, como yo os hice, vosotros también.

Para el segundo día de la novena, haz esta súplica:

Jesús, Tú sabes que no estoy dispuesto a servir, pero tengo muchas ganas de ser servido.

Ya no quiero ser así.

Con tus humildes manos, quita todo el orgullo que aún me impide lavar los pies a los demás, especialmente a los más cercanos a mí.

Amén.

Repite con mucho fervor lo siguiente:

Jesús, por el poder de tu Sangre Redentora, te pido humildad y el don de servir.

Terminar el día con oración seguida de un Padre Nuestro y un Gloria.

♥ Oración de Santa Catalina.

3er Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – Perdón

El tercer día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús se basa en otro pasaje de Job que demuestra el perdón:

Los escribas y los fariseos le trajeron una mujer sorprendida en adulterio.

La pusieron en medio de la multitud y le dijeron a Jesús: Maestro, ahora mismo esta mujer fue sorprendida en adulterio.

Moisés nos ordenó en la ley apedrear a tales mujeres. ¿Qué dices a eso? Jesús, sin embargo, se inclinó hacia delante y escribió en el suelo con la mano.

Como insistían, se levantó y dijo: El que de vosotros esté sin pecado, sea el primero en tirarle la piedra.

Se fueron retirando uno a uno, hasta el último. Jesús se quedó solo, con la mujer delante de él. Le preguntó: ¿Nadie te ha condenado?

Ella respondió: Nadie, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno.

Vete y no peques más.

Para ese día haz la siguiente súplica:

Jesús, como el pecador en este evangelio, necesito tanto tu perdón.

Con tus manos benditas, toca ahora y transforma mi corazón, tan duro como las piedras en manos de los fariseos, en un corazón de carne, que sabe perdonar, porque fue perdonado por Ti.

Amén.

Y repetirlo muchas veces, siempre con mucha fe:

Jesús, por el poder de tu Sangre redentora, te pido perdón y la gracia de aprender a perdonar.

Una vez más rezar la oración de la novena acompañada de un Padre Nuestro y un Gloria.

♥ Salmo 91.

4º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – Pureza

La pureza se puede ver en el siguiente pasaje de Marcos:

Entonces le presentaron niños para que los tocara, pero los discípulos reprendieron a los que se los presentaban.

Al verlos, Jesús se indignó y les dijo: Dejad que los pequeños vengan a mí y no se lo impidáis, porque el Reino de Dios es de los que se parecen a ellos.

De cierto os digo, el que no recibe el Reino de Dios con mentalidad de niño, no entrará en él.

Luego abrazó y bendijo a los niños, imponiéndoles las manos.

En el cuarto día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, haz la súplica:

Jesús, recuerda mi infancia, cuando en mí sólo había pureza. Dame ese corazón puro otra vez.

Contigo, sé que esto es posible. Con tus manos puras, purifica mi interior y devuélveme la alegría de hacer de este pobre corazón tu morada.

Amén.

Ahora repite muchas veces:

Jesús, por el poder de tu sangre redentora, te suplico que purifiques mi corazón.

Asegúrese de repetir el rezo de la novena acompañado de un Padre Nuestro y un Gloria.

♥ Oración del Espíritu Santo.

5º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – The Cure

El pasaje de Mateo, a continuación, muestra el momento en que Jesús sanó a dos ciegos:

Cuando salió de Jericó, lo siguió una gran multitud. Dos ciegos que estaban sentados al borde del camino oyeron que Jesús pasaba y comenzaron a gritar:

Señor, hijo de David, ten piedad de nosotros. La multitud, sin embargo, los regañó para que se callaran.

Pero gritaron aún más fuerte: Señor, hijo de David, ten piedad de nosotros.

Jesús se detuvo, los llamó y les preguntó: ¿Qué quieren que haga por ustedes?

Señor, que nuestros ojos sean abiertos. Jesús, lleno por compasión, les tocó los ojos con las manos.

Instantáneamente recuperaron la vista y comenzaron a seguirlo.

Para el quinto día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, haz esta súplica:

Yo también me pongo hoy en tu camino para suplicar: Jesús, hijo de David, ten piedad de mí.

Señor, mírame y mira cómo mi cuerpo, mi mente y mi alma necesitan sanación urgente.

Impónme tus manos milagrosas y obtén esta profunda y total sanación que tanto espero poder servirte mucho más y mejor.

Amén.

Ahora repite lo siguiente:

Jesús, por el poder de tu sangre redentora, suplico mi profunda y total sanación.

Por último, no olvides repetir el rezo de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, el Padre Nuestro y el Gloria al Padre.

♥ Divino Padre Eterno.

6º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – La Comida

El sexto día está representado por otro pasaje de Mateo:

Durante la comida, Jesús tomó pan en sus manos, lo bendijo, lo partió y se lo dio a sus discípulos, diciendo: Tomad y comed, esto es mi cuerpo.

Luego tomó el cáliz, dio gracias y lo pasó diciendo: Bebed todos de él, porque esta es mi sangre, la sangre del nuevo pacto, derramada por todos, en remisión de los pecados.

Haz la súplica:

Jesús, mi corazón rebosa de gratitud porque, aun sabiendo que nunca merecería recibir tal gracia, te haces alimento en el altar, ofreciéndote a mí por manos de sacerdotes y ministros, extensión de tus manos generosas.

Dame la gracia de buscarte siempre con ardor, para que no desfallezca en medio del camino, hacia tu encuentro.

Amén.

Repite muchas veces y con mucha fe:

Jesús, por el poder de tu sangre redentora, te pido que nunca me falte el pan de vida.

Ahora rezad la oración de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, un Padre Nuestro y un Gloria al Padre.

♥ Oración del Ángel de la Guarda.

7º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – La Cruz

El pasaje del séptimo día es de Lucas y habla de la crucifixión:

Llegando al lugar llamado Calvario, allí lo crucificaron, así como a los ladrones, uno a la derecha y otro a la izquierda.

Era como la hora sexta, y hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.

El sol se oscureció y el velo del templo se rasgó por la mitad.

Entonces Jesús dio un gran grito y dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu.

En el séptimo día de la novena, la súplica es:

Jesús, hoy comprendí por qué abrazaste tu cruz con tanto amor.

Es porque a través de ella me demostraste tu eterno amor y ganaste, al precio de tu preciosa sangre, mi salvación.

Con la ayuda de tus manos heridas, desde ahora quiero abrazar también con amor mi cruz, porque comprendí que sólo a través de ella puedo ser eternamente feliz contigo.

Amén.

Repetir muchas veces:

Jesús, por el poder de tu sangre redentora, te pido la gracia de llevar mi cruz cada día.

Al finalizar el séptimo día se reza el rezo de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, el Padre Nuestro y el Gloria al Padre.

♥ Oración familiar.

8º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – La Madre

Job retrata a Nuestra Señora en este pasaje:

Junto a la cruz de Jesús estaba su madre. Cuando Jesús la vio, y al discípulo a quien amaba de pie junto a ella, dijo a su madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo.

Entonces dijo al discípulo: Aquí está tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la llevó a su casa.

La Súplica del Octavo Día de la Novena a las Manos Ensangrentadas de Jesús:

Jesús, vuestra Madre, que fue la primera en ver, estrechar y besar vuestras manitas en Belén, fue también la primera en ver, estrechar y besar vuestras adoradas manos, traspasadas y ensangrentadas, cuando os pusieron, sin vida, en su regazo.

Aceptar a María y llamarla mi madre significa querer que ella esté conmigo, llevándome de la mano, ahora y en la hora de mi muerte, como siempre lo ha estado con vosotros.

Amén.

Ahora repite unas cuantas veces, con fe y esperanza:

Jesús, por el poder de tu Sangre Redentora, suplico la presencia maternal de María a mi lado.

Rezar la oración de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, el Padre Nuestro y el Gloria al Padre.

♥ Nuestra Señora de Aparecida.

9º Día de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús – Perseverança

Este pasaje de Job es del último día de la novena:

Estando las puertas cerradas, Jesús se puso en medio de ellos y dijo:

¡Que la paz sea contigo! Luego le dijo a Tomás: Inserta tu dedo aquí y mira mis manos.

Tomás le respondió: Señor mío y Dios mío.

Como última súplica de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús:

Jesús, en tus manos resucitadas y extendidas hacia mí, deposito mi vida, y te concedo, Señor mío y Dios mío, plena libertad para disponer de mí según tu santa voluntad.

Solo dame la gracia de la fidelidad total hasta el último momento de mi vida y te estaré eternamente agradecido.

Amén.

Y finalmente repetir muchas veces:

Jesús, por el poder de tu sangre redentora, te pido la gracia de serte fiel hasta el final.

Finalmente rezar la oración de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús, rezar un Padre Nuestro y un Gloria al Padre.

♥ Nuestra Señora del Exilio.

Fin de la novena de las manos ensangrentadas de Jesús

novena de las manos ensangrentadas de Jesús

Has terminado la novena a las manos ensangrentadas de Jesús. Espero sinceramente que se alcance su gracia y que Jesús os de mucha fe, mucha humildad y que esté siempre a vuestro lado, cuidándoos y protegiéndoos a vosotros, a vuestra familia ya vuestros amigos.

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♥ Oración María Pasa de Frente.

♥ Oración de San Jorge.

♥ Rezo del Credo.

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